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Maria Strydom defendió durante toda su vida que los veganos tienen una dieta tan rica y nutritiva, que pueden hacer frente a cualquier desafío físico. Incluso los más difíciles, como escalar la montaña más alta del mundo. Y por eso esta profesora universitaria de 34 años, procedente de Australia y experta montañera, decidió volar a Nepal y demostrarlo. Pero lamentablemente, falleció en el intento.
Strydom murió el pasado sábado por la tarde tras regresar al Campo Base 4, el último que hay antes de la cima, después de que el día anterior pasara la tarde intentando coronar el techo del mundo. La causa de su fallecimiento fue la falta de oxígeno en sangre. Junto a ella estaba su marido, que aunque también se encontraba grave, pudo superar la crisis y se encuentra a salvo.
Semanas antes del trágico viaje, Strydom y su marido anunciaron a sus amigos que querían demostrar al mundo que los veganos eran personas fuertes y querían acabar con las ideas preconcebidas que existe sobre este tipo de alimentación, en la que se renuncian a la carne, el pescado a cualquier producto de origen animal, ya sean huevos o leche.
“Parece que la gente cree que somos débiles y que estamos malnutridos. Pero si escalamos las siete montañas más altas del mundo, demostraremos que somos iguales y que no tenemos límites”, explicó la profesora Strydom en una entrevista concedida a la web de la Universidad Monash de Melbourne (Australia) en la que daba clases.
La mujer empezó a encontrarse mal a una altitud de 7.900 metros, apenas a 900 metros de la cima de la montaña. Tras regresar al Campo 4, los sherpas le administraron oxígeno, como viene es habitual en los casos extremos de mal de altura, pero el tratamiento no hizo el efecto deseado y la australiana falleció.
Este fin de semana ha sido especialmente trágico en la cima del mundo. Eric Arnold, un holandés de 36 años, murió por el mismo motivo que Maria Strydom, pero a diferencia de ella, sí que llegó a coronar el Everest. Fue en el descenso cuando empezó a sentirse mal y falleció el sábado.
Escaladores como Alex Honnols o Steph Davis también han renunciado al consumo de carne y son reputados deportistas. El primero es famoso por sus ascensiones en free solo, en las que escala sin ayuda de cuerdas ni piolets, y la segunda es una saltadora BASE y wingsuit flyer norteamericana que lleva desde los 12 años sin tomar ningún producto de origen animal.
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